El secuestro y enfrentamiento ocurrido en el restaurante Los Otates en Andares está ligado al crimen organizado, según declaró el Fiscal Gerardo Octavio Solís, aún se desconoce el nombre del hombre que fue levantado en dicho lugar el pasado lunes 8 de febrero.

Enfrentamientos como este son comunes en todo el país y es que no hay una estrategia clara para combatir el crimen organizado que no solo hace de las suyas en Jalisco sino en diversos estados de México donde es notoria la falta de acción de las Fuerzas Federales.

Desde inicios de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la violencia creció de forma considerable, se duplicaron los homicidios violentos y México se convirtió en rehén del crimen organizado cuando militares detuvieron en Culiacán a Ovidio Guzmán.

Ese evento dejó un precedente para que los grupos delictivos expandieran terror por todo el país, debido a que el Presidente decidió combatir a la delincuencia organizada con abrazos y no balazos, decidió liberar a Ovidio Guzmán y con ello a los demonios que azotan al país.

La excusa fue que mantendría la paz, sin embargo, esta no llegó, el Cartel Jalisco Nueva Generación se expandió a otros territorios como Guanajuato y Michoacán estados que sufrieron una reducción de elementos de las Fuerzas Armadas por decisión del Presidente.

Mientras que el Cartel de Sinaloa emprendió una guerra interna que dejo varios muertos, a su vez en Michoacán surgieron nuevas organizaciones disfrazadas de autodefensas, el Cartel del Noreste realizó varias masacres, al igual que el Cartel Del Golfo.

Los estados han sido rehenes del crimen organizado debido a quien se encarga de combatirlo y cuenta con el armamento adecuado para enfrentarlos esta destinado a otras tareas, el Ejército dejo de ser el protector de la seguridad de la ciudadanía y pasó a construir Aeropuertos o realizar rondines.

El mal manejo de las Fuerzas Armadas es evidente pues el único logro después de la detención de Ovidio Salazar fue la captura del  “El Cholo” líder del Cartel de Santa Rosa de Lima, no ha habido más golpes a la delincuencia, sin embargo, los cárteles siguen sembrando terror en las calles de todo el país.

Respecto a la balacera ocurrida en la zona de Andares en Zapopan, la Guardia Nacional fue omisa y no respondió al llamado de alerta, pese a que cuentan con armamento adecuado para enfrentar al crimen organizado, prueba de ello, fue cuando repelieron una agresión en la colonia Lázaro Cárdenas de Guadalajara.

La violencia que se vive en Jalisco no está aislada del tema nacional y de las omisiones del Gobierno Federal, si bien a los Estados les corresponde prevenir  el delito, realizar detenciones, así como participar en operaciones de alto riesgo, a las Fuerzas Federales les toca combatir el crimen organizado.

El Presidente de México se comprometió a combatir a la delincuencia organizada en Jalisco, Colima y Guanajuato, pero consideró que solo con su presencia terminaría con el crimen “Voy a apoyar a la gente con mi presencia” dijo, pero parece que todo quedó en promesas.