39 migrantes murieron en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración ubicadas en el paso fronterizo de “Lerdo” en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En el sitio estaban 68 masculinos mayores de edad originarios de Centro y Sudamérica que estaban retenidos por supuestamente intentar ingresar a Estados Unidos.
Se dice que se enteraron que serían deportados por la frontera sur de nuestro país, por lo que intentaron salir de las instalaciones del centro migratorio y se registró un motín.
De un momento a otro se inició un incendio en colchones y ropa, el cual se salió de control.
La mayoría fueron retenidos durante los operativos de autoridades federales que se llevaron a cabo horas previas para evitar que anduvieran por las calles de Juárez.
Familiares, principalmente mujeres, reclamaban que los detuvieron sin razón aparente y estaban afuera implorando por información de sus seres queridos, pues decenas de cadáveres fueron acomodados en los patios mientras que ambulancias trasladaban a 29 heridos a diferentes hospitales, algunos graves por quemaduras.
El presidente confirmó el hecho en su conferencia mañanera y responsabilizó del incidente a los propios migrantes, en tanto la Fiscalía de Chihuahua y la Fiscalía General de la República ya iniciaron una investigación por el incidente.
De momento se desconocen detalles sobre los nombres, edades y nacionalidades de los fallecidos.