El dedo meñique de un hombre quedó atorado al intentar tomar su cambio de una máquina expendedora que se tragó las monedas, el sujeto tuvo que esperar más de una hora para poder zafarse de la distribuidora de productos.
Los amigos del hombre le ayudaron a llamar al soporte técnico de Bimbo empresa a la que pertenece la máquina, pero no obtuvo una respuesta satisfactoria, debido a que tenía que esperar a que se desocupara el técnico.
Pese a que el hombre podía perder el dedo, la empresa no actuó con rapidez y tomó a la ligera los reclamos de la víctima quien argumentó que el meñique se tornó de un color morado. Con frecuencia este tipo de máquinas se descomponen y brindan un mal servicio.
Los hechos ocurrieron en las instalaciones de La Gran Plaza en Guadalajara.