Las matanzas en México se intensificaron, los estados que rodean a Jalisco viven una crisis en materia de seguridad, los daños colaterales afectan a la entidad jalisciense, pese a que autoridades de los tres niveles de Gobierno reforzaron los patrullajes.
La presencia de policías en las zonas limítrofes de Jalisco, sin duda incomodan a los grupos criminales, los patrujalles impiden el libre tránsito de criminales, quienes han respondido ante esta situación provocando enfrentamientos como el ocurrido en Cañadas de Obregón.
Sin embargo, no han podido generar caos más allá de los límites con Zacatecas y es que el estado colindante sufre de diversas masacres, en Fresnillo diez cadáveres fueron regados en las calles, además se han localizado cuerpos colgando de puentes.
Mientras que Michoacán vive una guerra entre autodefensas e integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación, estos últimos han colocado minas explosivas en el municipio de Tepalcatepec para evitar ser desplazados de ese territorio.
Y en Colima las constantes balaceras afectaron a la población que vive con un toque de queda debido a la quema de vehículos y los destrozos de grupos criminales que generan caos por las noches.
Estos estados sufren los estragos del abandono que tuvo el tema de seguridad por parte del Gobierno Federal durante algunos años donde se preferían los abrazos en vez de los balazos.