Este martes se localizaron los cadáveres de cuatro personas en distintos puntos de la ciudad; dos de ellos en la zona de El Vado en Tonalá y otros dos en la colonia Solidaridad de Tlaquepaque.
Los cuerpos encontrados emplayados en Tonalá corresponden a Otoniel González Ramírez, criminal que fue un conocido policía estatal por violar la ley y ser protegido del entonces fiscal Eduardo Almaguer; llegó a ser comandante de la entonces Fuerza Única y recibió varias recomendaciones por violación de derechos humanos. Fue dado de baja cuando llegó la nueva administración.
El otro cadáver era Arturo Sánchez Íñiguez, policía activo de Guadalajara asignado como chofer de un mando de los operativos nocturnos.
De los cuerpos abandonados embolsados en Tlaquepaque, uno era el hijo de Otoniel, a quien apodaban “El Chango”, también fue policía estatal e igual lo dieron de baja con el reajuste de la nueva administración. Junto a él dejaron muerto a otro expolicía de Guadalajara identificado hasta el momento como Alejandro.
Este grupo de lacras con placa son señalados de varios levantones en la ciudad, entre ellos uno muy sonado donde usaron una patrulla de la Fuerza Única para privar de la libertad a un hombre a quien se llevaron de una tienda de abarrotes en la colonia Arboledas de San Gaspar en Tonalá en agosto de 2020. El negocio tenía cámaras de seguridad y videos del levantón perpetrado por supuestos policias se hizo viral.