Para evitar que agentes extranjeros realicen actividades de investigación en México, el Presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa una reforma a la Ley de Seguridad Nacional con la que ata de manos a la DEA y el FBI en operaciones que realizan contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La Ley define y acota las actividades de las agencias de inteligencia extranjeras, quienes tendrán que entregar e informar a las autoridades sobre las tareas que realicen en México pues serán supervisados en todo momento.
También tendrán que rendir informes a la Cancillería y a la SSPC un informe mensual, los agentes no podrán realizar detenciones, ni allanar la propiedad privada.
La decisión fue tomada a unas semanas de que Estados Unidos y México negociarán la liberación del General Salvador Cienfuegos quien fue titular de la SEDENA, que era investigado por la DEA por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
En caso de que la reforma se apruebe, investigaciones como la de Cienfuegos, se verían entorpecidas por la corrupción que predomina en México.