La reparación del daño de las víctimas de un accidente causado por arrancones clandestinos es de ocho millones de pesos, mismos que tendrá que conciliar Keila “N” quien viajaba abordo de un vehículo en color rojo que en diciembre pasado acabó con la vida de una persona y lesionó a seis personas.
El propietario del vehículo es el padre de Keila, quien podría cargar con la responsabilidad económica en caso de que la joven no cuente con bienes, el monto fue calculado por el abogado del fallecido, quien refirió que la persona a quien defiende era laboralmente activa, además hay casos de jóvenes que necesitan intervenciones quirúrgicas.
Los arrancones se realizaron en el Circuito JVC donde la autoridad ha realizado operativos y detenciones, sin embargo, los jóvenes se empecinan en utilizar esa zona y otras como un sitio para retar a la muerte, acelerar, sin medir las consecuencias.