Tenía 17 años, uno de los sicarios muerto tras enfrentamiento con elementos de la policía de Tamaulipas, el ahora occiso se hacía llamar “Juanito Pistolas” su cabeza estalló tras los impactos de bala, el pequeño delinquía desde los 13 años cuando sumaba cerca de cien personas asesinadas.
El adolescente pertenecía a la “Tropa del Infierno” del Cartel del Noreste quien tenía la encomienda de emboscar a policías estatales cuando otros elementos llegaron de frente y los abatieron, la masacre dejó a siete civiles muertos quienes portaban trajes militares y armas largas, los ahora occisos viajaban en una camioneta con placas de Texas, sus cuerpos quedaron semidestrozados, hasta el momento se desconoce sí hubo policías heridos.
Cada vez más niños ingresan a la fila de la delincuencia organizada, las armas, las camionetas y la falta de supervisión de sus padres son características de los minisicarios.